Tiempo de planear

Que no te alcance el frenesí de las actividades del año, antes de pensar qué es lo que anhelas para este año.

Empezó el año y empieza la prisa. No es en sí el trabajo en exclusiva, si no la vida en las ciudades, la que hace que el tiempo parezca que no rinde.

El tráfico, las distancias, y la cantidad de personas son algunos de los factores que contribuyen para que el tiempo se vaya muy rápido. Por eso es importante darse un tiempo para planear, lo que significa en realidad: pensar.

¿Qué alternativas tengo para pasarla mejor dentro de la realidad en que vivo?

¿Tengo opciones para mejorar o desarrollarme mejor dentro de mi realidad?

Lo que estoy viviendo, ¿es lo que anhelo? o ¿deseo hacer algunos cambios? ¿qué está en mi control?

Hay muchas maneras de llevar a cabo este proceso personal. Por supuesto yo te recomiendo acudir con una coach, como yo, para este proceso. Pero si te va mejor hacerlo por tu parte, te dejo algunas opciones para empezar.

1. Técnica de los 3 focos. Elige 3 aspectos de tu vida a trabajar y concéntrate en ellos. Escribe qué quieres lograr en cada aspecto elegido y haz tu plan de acción.

2. Reverse engineering. Escribe una meta y el plazo en el que lo quieres cumplir. Ve anotando los pasos que harás cada semana de la fecha del logro hacia el día de hoy. Esto te ayuda a dimensionar la meta y a dosificar las tareas.

3. Tabla de metas. Dobla una hoja en cuatro partes. Arriba de título son las que deseas, la izquierdo "sí deseo" y lado izquierdo "no deseo". En la lateral, son las cosas que tienes, en la inferior "no tiengo" y en la superior "sí tiengo".

   1. En la parte superior izquierda escribe: ¿Qué deseo conservar?

   2. En la parte superior derecha: ¿Qué deseo eliminar?

   3. En la parte inferior izquierda: ¿Qué deseo alcanzar?

   4. En la parte inferior derecha: ¿Qué deseo evitar?

Existen otras metodologías más profundas como la de Design your life, en la que estoy certificada, que nos ayudan a hacer una reflexión más profunda de hacia donde quieres conducir tu vida. Son de gran provecho sobre todo cuando hay cambios importantes en la vida: una graduación, nacimiento de un hijo, cambio de carrera, cambio de salud, maternidad, nido vacío, jubiliación o retiro, entre otros.

Tener un propósito claro en la vida ayuda a tener buen ánimo y enfoque de esfuerzos, lo cual nos hace llevar una vida más plena y en paz.